La Vicaría Para la Educación de la Diócesis San Bartolomé realizó este viernes la tradicional Misa de Finalización de Año con el fin de agradecer todo lo aprendido durante este 2021. En la eucaristía participaron delegaciones de los colegios confesionales de la Diócesis de Chillán, además de los estandartes de cada unidad educativa.
La actividad fue encabezada por el obispo de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce y concelebrada por el vicario para la Educación, padre Gonzalo Gómez. También estuvieron presentes los presbíteros Esteban Muñoz, René Gómez y Nelson Jara.
En su homilía, el padre Sergio tuvo palabras especiales para los estudiantes y sus profesores, puesto que este 2021, debido a la pandemia, fue un año diferente. “Estamos al final del año, y seguramente estamos un poco cansados porque el año ha sido duro. Ha sido un tiempo difícil en este segundo año de pandemia y no es fácil el trabajo de cada día. Son hartos desafíos. También los estudiantes tienen sus cansancios. Entonces la primera invitación que les hago en esta misa es que descansen en el Señor y le presenten lo que han podido hacer y Él hará crecer el fruto con su amor”.
“Les quiero invitar a que podamos dar gracias al Señor por lo que hemos vivido en el año. Hoy escuchamos un texto bien lindo y sencillo. Diez leprosos que fueron sanados por Jesús. Ellos tenían una situación muy dura porque vivir leproso era vivir marginado y le suplican a Jesús, quien los sana, les da vida y sanación. Luego, se van a presentar al sacerdote y uno solo vuelve donde Jesús a dar gracias. Se arrodilla ante Él en un gesto de alabanza. Jesús se admira y pregunta: ¿Y los otros? Él se admira que uno solo vuelva a dar las gracias. Pensaba que nos puede pasar eso a nosotros, ser malagradecidos ante el Señor, ante nuestro Dios de todas las cosas que nos regala. Que no nos acordemos ni un minuto en nuestro corazón de darle las gracias a Él, pensamos que las cosas las tenemos como un derecho, y la mayoría de las cosas que tenemos en la vida son un regalo los invito a mirar este año y dar las gracias a Dios de corazón”.
El padre Sergio recordó la importancia de los medios tecnológicos a nuestro alcance, sobre todo en este tiempo de pandemia y también el trabajo de quienes han hecho posible continuar con el trabajo en los distintos colegios. “Dar gracias por los alimentos, por las ayudas económicas que tenemos, porque también siguen siendo un regalo. Dar gracias por las vacunas, porque buena parte de la humanidad aún no tiene vacunas. Nosotros hemos tenido esa posibilidad que nos ha permitido adquirir una cierta normalidad. Todo es un regalo, un don… Agradecer por el servicio de tantas personas, de los profesores, de la policía, de los bomberos, de las autoridades y de tanta gente que me ayuda a hacer la vida más fácil y es bueno también agradecer eso”.
El padre Sergio pidió en su homilía que los presentes comentaran entre ellos por qué cosas hay que dar gracias a Dios y finalizó diciendo “quiero invitarlos a que el motivo más grande por el que tenemos que dar gracias a Dios es por su amor”.
En la eucaristía, además, se entregó como ofrenda la imagen de la Virgen Peregrina, altar que visitó los 19 establecimientos educacionales católicos de la Diócesis durante este Mes de María. La Virgen Peregrina terminará su andar en los establecimientos Nuestra Señora del Carmen de Portezuelo y Liceo María Ward de San Ignacio.