Este sábado 16 de marzo más de doscientos agentes pastorales se dieron cita en el Colegio Seminario Padre Alberto Hurtado para vivir el retiro de Cuaresma 2024. La actividad partió con la motivación de la hermana Elena, perteneciente a la Orden de Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento de Chillán Viejo, quien se refirió a la oración.
Tras este momento, el vicario general padre Patricio Fuentes invitó a los asistentes a reflexionar en torno a la Cuaresma y luego vino un espacio de reflexión personal y también la adoración al Santísimo que se vivió con emotividad por parte de todos quienes fueron parte de este retiro. La actividad finalizó con una misa presidida por el obispo Sergio Pérez de Arce.
En su homilía, el padre Sergio recalcó la importancia que tiene para la Diócesis este momento de preparación para Semana Santa. “Les agradezco a todos ustedes que se den este tiempo porque es un bonito signo del creyente y de la iglesia diocesana que quiere seguir a Cristo orando. Nosotros hacemos muchas cosas, pero sabemos que tenemos que ser creyentes de oración, hombres y mujeres de oración, porque ella nos sostiene en Cristo y nos ayuda a entregar lo mejor de nosotros. Nos tiene que ayudar en el camino de la conversión, a todos nosotros”.
El vicario pastoral de la Diócesis, padre Rodrigo Uribe, señaló que “el objetivo del retiro fue tener un momento de reflexión, oración, de encuentro con el Señor. Mirar al Señor y dejarnos mirar por Él a la luz de un texto bíblico, de meditaciones para encontrarnos con Él. En esta instancia de cuaresma, estuvimos con los agentes pastorales más comprometidos. La idea fue que tuvieran un momento de cargar baterías para lo que viene que es Semana Santa”.
Uno de los asistentes fue Nelson Vargas, de la Parroquia Virgen del Carmen de Chillán. “Yo asisto a todas estas actividades porque me alimentan espiritualmente. Lo más importante en este tiempo es tratar de vivir en paz, la vida hay que vivirla con alegría, cuando lo haces, eres transparente en tu forma de ser. Cuando uno anda amargado no llega nadie. Esto me deja el momento de reflexión que pude vivir en este retiro”.
Verónica Núñez, del Movimiento de Schoenstatt y Parroquia San Vicente dijo que “este retiro ha sido un regalo de Dios. Estos espacios son muy valiosos. Fue una experiencia muy linda, todo lo que compartimos así es que doy gracias a Dios, estoy muy agradecida de poder haber asistido y prepararme para este tiempo de Cuaresma”.
