Los diáconos de la Diócesis de Chillán celebraron este Día de San Lorenzo en una jornada que se efectuó en Casa Tabor y en donde estuvieron acompañados por sus esposas.
La actividad contó con la animación del diácono Lyonel Laulié en una transmisión en directo a través de la plataforma Zoom. Con él, los diáconos de la Diócesis repasaron las tareas fundamentales de este servicio y reafirmaron su compromiso con el diaconado permanente.
Tras la charla y trabajos en grupo, se reunieron en la capilla de Casa Tabor en una misa que fue presidida por el asesor del Diaconado, padre Luis Concha y disfrutaron de un almuerzo acompañados por el administrador diocesano, padre Patricio Fuentes, quien les entregó un saludo y agradeció el servicio que prestan en la Diócesis.
El coordinador del Diaconado Permanente de Chillán, Guillermo Stevens, precisó que “este día es muy significativo para nosotros. San Lorenzo fue un mártir que se jugó por sus convicciones y su fe y en eso estamos muy enraizados nosotros. Uno de nuestros hermanos, Patricio Sobarzo de Quinchamalí no pudo venir porque tenía siete comunidades qué atender y no las podía dejar solas, a pesar que queríamos distinguir a los diáconos que esta semana cumplieron 30 años, entre ellos Patricio, Juan Ramón Ovando y Marco Aurelio Reyes. Así es el compromiso que tenemos”.
“Lyonel nos habló de lo que significa ser diáconos en los tiempos actuales y damos gracias a Dios porque nos pudo acompañar”, indicó el diácono.
Gabriel Fuentes, diácono de la Parroquia San Miguel de Yungay, “para mí ser diácono por ocho años ha sido gracia de Dios, él me ha dado mi fortaleza para seguir este camino. Mi esposa y mi familia también me han apoyado y estoy muy contento.
Edgardo Candia, diácono de la Parroquia San Pablo, dijo que “llevo 23 años de diácono, me ordenó el obispo Jara y han sido años de mucha felicidad, de mucho trabajo, de mucha fortaleza que uno encuentra en el Señor para tratar de servir lo mejor posible en este ministerio. Mi señora es fundamental en este proceso. En la actualidad sirvo a dos capillas, el trabajo se acentúa en ciertas épocas, más ahora que hay falta de sacerdotes, pero también de diáconos. Por eso el Señor me puso a ayudar en la preparación de siete hermanos postulantes. Agradezco infinitamente este regalo de Dios”.
El administrador diocesano, padre Patricio Fuentes, indicó que “siempre ha existido un buen número de diáconos en nuestra Diócesis; ellos tienen una cosa muy bonita porque comparten la vida cotidiana con los miembros de su comunidad. Son esposos, padres, abuelos, muchos trabajan y están en lo cotidiano con sus propios hermanos en la fe. Hay muchos diáconos que nos dan un hermoso testimonio de entrega y servicio”, indicó.