El administrador diocesano, padre Patricio Fuentes Benavides, celebró junto a su Parroquia San Bernardo de Chillán Viejo sus 30 años desde la ordenación sacerdotal, haciendo una memoria agradecida de quienes aportaron a su vocación y guiaron su camino de fe. Concelebró el padreo Luis Concha, párroco de Coihueco y ex compañero del Seminario.
La eucaristía se desarrolló en conjunto con la comunidad de San Bernardo y representantes de distintas comunas en donde el padre Patricio ha servido. En su homilía, el presbítero recordó su lema sacerdotal tomado de San Pablo: “Llevamos el tesoro en vasos de barro”. “En realidad esa frase me ha dado la clara conciencia de que se me ha dado muy grande, algo que me sobrepasa y me abarca profundamente. Este don que Dios me ha dado, Él mismo lo ha ido moldeando”.
“Si hay algo de lo cual tengo que dar testimonio lo que soy se lo debo a la gracia de Dios y a la Iglesia. Nací en una familia sencilla donde aprendí que todo precisamente venía de Dios. La Diócesis de Chillán ha sido durante todo este tiempo mi madre; lo que yo soy es gracias a la Iglesia de Chillán, que me acogió, me envío al seminario, me ordenó diácono, luego sacerdote y me dio formación agradezco a los pastores que ha tenido y al Pueblo de Dios que camina en Chillán. Soy un eterno agradecido de lo que esta Iglesia me ha dado”.
Asimismo, el padre Patricio recordó a quienes le han ayudado en el camino, como la hermana Inmaculada de la Congregación de Jesús en San Fabián (su ciudad natal), a monseñor Alberto Jara Franzoy, quien lo ordenó y al padre José Luis Ysern, quien lo recibió en el Seminario Metropolitano de Concepción. Hoy ya ninguno está con nosotros.
La misa terminó con un compartir fraterno llevado a cabo por la propia comunidad de San Bernardo.