Por Paulina Benavente, para Diario Crónica Chillán.
Mañana 8 de marzo celebramos el día internacional de la mujer. Esta celebración tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX. Era un tiempo de turbulencias en el mundo industrializado en el que la mujer comenzó a alzar la voz ante una continua historia de limitaciones. No teníamos derecho a voto, a manejar las propias cuentas, muy pocas posibilidades de formación e incluso hasta una limitada esperanza de vida producto de los malos tratos y partos precarios de la época.
Sin lugar a duda al mirar hacia atrás, al menos en occidente, hemos tenido grandes avances en el tema de ser consideradas y respetadas por nuestra dignidad, pero aún hay aspectos y áreas en las que debemos avanzar.
Dentro los espacios donde es necesario avanzar en la incorporación y valorización de la mujer está nuestra Iglesia. El Papa Francisco ha iniciado un camino de sinodalidad, que no es otra cosa que el caminar juntos, reconociendo que la vida la hacemos entre todos. En este camino es necesario escuchar e integrar a la mujer de manera que no sólo tengamos voz en la iglesia, sino que también voto. Es paradójico que las iglesias estén llenas de mujeres pero que no seamos parte de la conducción de esta, que siempre la voz autorizada sea la de un obispo o sacerdote, siempre un varón, nos debe hacer reflexionar. Creo que hay muchas cosas en que hubiéramos hecho un bien enorme si hubiésemos trabajo conjuntamente, especialmente en el tema de los abusos donde en gran medida ha estado presente el clericalismo basado en una figura patriarcal de un sacerdote todopoderoso, donde los laicos y las mujeres estábamos en un segundo plano.
Como Iglesia debemos ser más fieles a la mirada de Jesucristo respecto de la mujer. Él fue absolutamente revolucionario para su época. A pesar de su contexto histórico de una sociedad judía donde la mujer era una reproductora, él la dignifico y la miró como una igual. En el grupo que seguía a Jesús ellas estaban presente. En torno a su Madre se forja la nueva iglesia y viene el Espíritu Santo.
La teología nos dice que Dios no tiene sexo, pero como manifiestan algunas teólogas parece que los hombres se lo acapararon. Que bien nos haría como sociedad incorporar y valorar la parte femenina que tiene Dios, esa que está en las escrituras y que nos habla de un Dios que nos ama como Madre amorosa.
Que esta celebración del día de la mujer sea también la celebración de una verdadera incorporación de nuestra voz en nuestra Iglesia, así seremos de verdad más familia, más completos, más humanos.
Querida Paulina
Gran articulo, que demuestra la fuerza de la Mujer por rescatar SU puesto en ésta sociedad machista.
Aprovecho de saludar a Nuestra Virgen Madre por sobre todas las cosas; a las Madres de nuestros hijos, hijas nietos y nietas; saludar a la Mujer trabajadora incansable desde que amanece y hasta el anochecer, combinando muchas las labores de casa y sus trabajos remunerados; por último saludar a esa Mujer que nos acompaña en las buenas y en las malas polola novia, esposa amante y compañera.
Te saludo a ti, qué eres una tremenda Madre de tantos hijos y puntal de tu hogar junto a tu esposo.
FELIZ DÍA DE LA MUJER
⁸Justo y hermoso articulo Paulina… saludo a todas las mujeres que se merecen todo nuestro respeto y cariño y que el machismo de esta sociedad no reconoce las virtudes y capacidades del sexo femenino, que lejos es superior al del «sexo fuerte».