El padre Luis Flores representó esta semana a los párrocos chilenos en el Encuentro Internacional desarrollado en Roma. En el marco de esta experiencia, el párroco de El Sagrario concedió una entrevista a Vatican News que te presentamos a continuación:
«La Iglesia necesita a los párrocos en este proceso sinodal»
Cuatro días de trabajos en Sacrofano, en los alrededores de Roma, 200 párrocos de 99 países del mundo, para profundizar en el tema del último Sínodo. Importante en este camino sinodal es la comunión con Cristo, que no sea una referencia teórica. La parroquia debe abrir sus puertas, para que la Iglesia sea acogedora hacia el prójimo.
El Papa Francisco en la carta que dirigió a los párrocos del mundo, dijo que las «parroquias en las que desarrollan su ministerio se encuentran en contextos muy diferentes. «Los párrocos conocen la vida del Pueblo de Dios desde dentro, sus fatigas y sus alegrías, sus necesidades y sus riquezas. Por eso una Iglesia sinodal necesita a sus párrocos; sin ellos nunca podremos aprender a caminar juntos, nunca podremos recorrer ese camino de la sinodalidad que «es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio». Nunca llegaremos a ser Iglesia sinodal misionera si las comunidades parroquiales no hacen de la participación de todos los bautizados en la única misión de anunciar el Evangelio el rasgo característico de sus vidas. Si las parroquias no son sinodales y misioneras, tampoco lo será la Iglesia».
Hemos entrevistado a Mons. Luis Marín De San Martín, sub secretario de la Secretaría General del Sínodo quien explicó que uno de los desafíos por una Iglesia sinodal es la comunión, la comunión con Cristo, que no sea nada más una referencia teórica —afirmó— vivir la comunión con los hermanos, la Iglesia y la parroquia.
Agregó que la parroquia es familia, es hogar, entonces, que sea una Iglesia acogedora, de puertas abiertas. Estos días de trabajo servirán para redactar la instrumentum laboris con vista a la sesión de octubre, afirmó.
Además, señaló que para ser misioneros de sinodalidad desde las parroquias, se logra viviendo realmente la realidad de la Iglesia. La parroquia no es sólo una estructura —dijo— es el hogar, el proceso sinodal es un reto de autenticidad, de coherencia. La parroquia debe ser presencia del Dios creador en medio del mundo.