Por Guillermo Stevens, para Diario Crónica Chillán.
En el último tiempo en nuestro país, la preocupación de su gente ha estado centrada en la pandemia del Covid19 y sus variados efectos sanitarios, sociales y económicos, a lo que se debe agregar la variante política en su dimensión eleccionaria la cual en el día de ayer y hoy se está expresando en que la ciudadanía elegirá a sus gobernadores, alcaldes, concejales y constituyentes.
Quizás como nunca antes fue tan necesario el Estado para ayudar a solucionar los problemas que desbordan la capacidad de los individuos. El rol subsidiario del que nos habla la doctrina social de la Iglesia. Baste considerar la pérdida de casi 2,4 millones de empleos respecto a la situación prepandemia, más los empleos suspendidos lo que es un reflejo de la disminución de la actividad económica que ha ocasionado esta crisis por las medidas que se ha debido tomar. De ello cada uno de nosotros puede dar fe, según el grado en que lo haya golpeado a él o a su entorno. Para qué decir, de las mayorías silenciosas y empobrecidas. Para eso el Estado ha debido transferir del orden de 18.000 millones de dólares en una variada batería de medidas a las que se alistan otras de enorme cuantía. La magnitud de las cifras nos cuesta imaginarlas, pero están ahí y afectará nuestro futuro. Para ello es preciso destinar al manejo del Estado a nuestra mejor gente, que tenga la sensibilidad en la calle, como ahora se dice, pero con el conocimiento, la ponderación y el ánimo de buscar las mejores soluciones en vistas al bien común que nuestro país reclama.
Vale la pena mencionar algunas de las características especiales que este proceso eleccionario tiene. Es una votación que no obstante su importancia, es enteramente voluntaria. Por primera vez se desarrollará durante dos días (15 y 16 de mayo). Cosa inédita, se elegirá a los encargados (constituyentes) de redactar el texto constitucional que posteriormente será sometido a plebiscito. Igualmente, por primera vez se elegirá a los gobernadores regionales. De los 155 constituyentes elegidos, 17 serán representantes de los pueblos originarios. En fin, los elegidos deberán ser en partes iguales hombres y mujeres.
Todo lo anterior: lo acuciante de la hora actual y la importancia de las elecciones múltiples que se están desarrollando, algunas de ellas inéditas y una de las cuales nos dará el marco constitucional sobre el cual nuestro país se desarrollará, exige que cada uno de nosotros esté a la altura de las circunstancias, dando su opinión mediante el voto sobre cuál de los candidatos representa mejor su idea de país. Dado que el tiempo de las ideologías se ha alejado, prueba de lo cual pocos o ninguno de los candidatos indica a qué corriente política representa, la cuestión se ha personalizado, y esto es mutuo, para el candidato y para el ciudadano elector. Entonces vamos a votar, que es nuestra manera concreta de ayudar a construir el país que soñamos.