En la Parroquia Nuestra Señora de La Merced se desarrolló el tradicional Te Deum de celebración por los 439 años de la comuna de San Bartolomé. La ceremonia fue presidida por el administrador apostólico de la Diócesis de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce, quien estuvo acompañado por el párroco de La Merced, padre Fabián Quiroz. Asistieron autoridades de la capital regional encabezadas por el intendente Martín Arrau y el alcalde Sergio Zarzar.
En su homilía, el padre Sergio Pérez de Arce, agradeció por el desarrollo de la ciudad, haciendo un llamado para solidarizar por los hermanos que sufren. “Este aniversario 439 encuentra a nuestra ciudad en un momento histórico de expansión y desarrollo. Es la capital de la nueva región de Ñuble y vemos que la ciudad crece en su actividad económica, social y cultural. También lo hace en su población con familias que llegan de otras regiones. Ante esta realidad lo primero es agradecer al Señor y a tantos hermanos y hermanas que hacen posible este camino que estamos viviendo”, precisó.
“Junto con agradecer, hay un aspecto que no podemos olvidar. Nuestros hermanos más necesitados. Los más pequeños, los más desvalidos. Ellos muchas veces van quedando al margen de la mesa común del pan y de la dignidad; seríamos ciegos si no vemos que en medio del dinamismo no reconociéramos que hay muchos hermanos que viven situaciones humanas de sufrimiento y postergación. Hay muchos sin trabajo o con trabajos precarios, muchas personas de la tercera edad con pensiones paupérrimas, hermanos inmigrantes que además de la lejanía de sus seres queridos tienen que vivir a veces malas condiciones de vida en nuestra ciudad y país. En medio de esto están los enfermos, los privados de libertad, las personas en situación de calle y tantos otros que vemos a diario. Para ser una ciudad de verdad tenemos que construir un destino común donde todos tengan un lugar y donde reconozcamos y promovamos el valor inalienable de la persona humana de cada uno de los habitantes de la
ciudad”, precisó.
La ceremonia, que se desarrolla cada año en la Parroquia Nuestra Señora de La Merced, también conmemoró la llegada a Ñuble de la fe cristiana, gracias al fray Francisco Ruíz, mercedario que acompañaba al mariscal Martín Ruíz de Gamboa, fundador de la ciudad en 1580.
Distinción
En el marco del nuevo aniversario de la ciudad, la Municipalidad distinguió a distintos vecinos de Chillán por su aporte a la sociedad. Entre ellos, el municipio destacó el sacerdote Raúl Manríquez Ibáñez, quien recibió un estímulo por su destacada trayectoria religiosa, en una actividad que se desarrolló posterior al Te Deum en el Teatro Municipal de la ciudad.
El padre Raúl Manríquez señaló que “estoy un poco sorprendido porque estoy más bien retirado de la escena pública, en el ejercicio libre. Pero conocí mucha gente, fui vicario general y trabajé en la Vicaría de la Solidaridad. Silenciosamente estoy trabajando en el sector surponiente de la ciudad. Pero estoy muy contento porque el municipio distinguió a una gran variedad de personas. La ciudad la hacemos todos. Distinguir a personas de distintos credos y actividades me agrada porque cada uno contribuye a la ciudad desde su punto de vista”, dijo.
El padre Manríquez nació en Bulnes el 03 de agosto de 1926. Junto a sus cinco hermanos, realizó sus preparatorias en la Escuela Pública de Bulnes. El 10 de marzo de 1938 ingresó al Seminario Conciliar de Concepción. Fue ordenado diácono por monseñor Jorge Larraín Cotapos, en marzo de 1950 y el mismo obispo, lo ordenó sacerdote el 23 de septiembre del mismo año. En marzo de 1951 fue nombrado prosecretario del Obispado y capellán del Hospital San Juan de Dios. Entre 1957 y 1960 fue asesor de la juventud Obrera Católica (JOC). Además, se desempeñó en la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura militar, asumiendo las causas de derechos humanos de la ciudad y la provincia. Ejerció el ministerio de párroco en Chillán: El Sagrario (1975- 1976) y en San Vicente (1981-1983); por algunos periodo en San Bernardo, de Chillán Viejo y en San Pablo (1989-1991), Parroquia Nuestra Señora de Fátima, Colliguay.