Por Luis Flores Quintana, sacerdote.
El mundo entero está anhelando el día en que la pandemia pase y volvamos a reencontrarnos, a saludarnos, abrazarnos y agradecer por la vida. La Fe cristiana celebra en este día la fiesta central de la Fe, la fiesta del triunfo de la vida sobre la muerte y sobre todo mal. El triunfo del bien.
Me impresionó el testimonio de la hija del presidente del club de fútbol Barcelona. “Somos una familia millonaria, pero mi padre murió, sofocado buscando algo que es gratis. Aire.” De una vez por todas tenemos que entender que en el dinero no está la salvación ni el sentido de nuestras vidas. Acumularlo no sirve y daña.
Lo que se puede esperar de la experiencia creyente es que ayude a encontrar un sentido a la vida, a lo que vivimos cotidianamente y a aquello que proyectamos de cara al futuro. Hoy vemos cuestionadas las respuestas que nos hemos dado como humanidad y, al no tener respuestas, aparece el miedo y la confusión. Esto sucede porque al mirar el futuro no tenemos claridad. Para disiparlos hay que vivir el tiempo presente. No intentemos repetir ni trasladar las rutinas que hemos tenido hasta ahora, hay que abrirse a una novedad que, comprenderemos poco a poco, pero en la que ya sabemos, no tiene valor el acumular, creerse todopoderosos y pensar que en la vida podemos hacer de todo y, cuando queramos.
El encuentro de los discípulos con Jesús disipa el miedo y la confusión. Ellos después de su muerte, estaban encerrados, llenos de miedo y confundidos. Después de la muerte, como sucede con cada muerte, viene la ausencia. Ya no vemos ni tocamos a quien ha partido. Por ello, la fe en la resurrección es tan significativa y original.
El mensaje de Jesús resucitado es simple y significativo. “No tengan miedo”, no se confundan “soy yo” y muestra sus heridas. Les da la paz y les invita a perdonar. Vuelve a ser el centro de la vida de sus discípulos. Provoca el reencuentro, retorna la cercanía, sopla sobre ellos e invita a tocar las heridas, a Tomás le dice “trae tu mano” y vuelve a tocarme, “pon tu dedo en mi llaga”.
Cuando, pasada la pandemia, volvamos a vernos, volveremos a tocarnos, lo haremos con respeto sabiendo que estamos heridos. Nos daremos la mano, abrazos y caricias. Lo haremos sin dañarnos. Lo único que interpondremos con el otro será la experiencia del perdón, nos ayudará a no ofendernos y a convivir en familia, en el trabajo y, en el planeta, de manera más humana y más humilde. Si eso hacemos, habremos aprendido que no somos dioses, que un día nos herirá la enfermedad o la muerte, que la vida tiene sentido y vale la pena vivirla y respetarla. Ese es el significado de este domingo, si celebramos la resurrección es que ha triunfado el bien para todos. Feliz Pascua de resurrección.
P. Luis, gracias por su reflexivo mensaje en estos tiempos en donde todos estamos luchando contra la rutina y el tedio.
Felíz Pascua a Ud. y a todos los Religiosos y Religiosas que dedican su vida a la Oración por nosotros y siempre nos traen un mensaje de Paz y de unidad.
Jesús ha resucitado.
Un fraternal abrazo.
Gracias Padre Luis. Excelente reflexión, profunda y muy adecuada al tiempo que como humanidad estamos viviendo. El Señor Resucitado nos ayude a comprender cada vez mejor lo hermoso y esperanzador de su Evangelio, y nos ayude a vivirlo cada día. Saludos y bendiciones para usted .
Gracias Padre ha sido muy claro y esperanzador su mensaje. Mil gracias por su gran aporte a nuestra evangelización.¡¡¡¡FELIZ PASCUA DE ŔESURRECCÍON !!!
Gracias Luis!!
Es un discernimiento evangélico muy profundo y bello.
Gracias por su comentario Padre , en este dia que cobra mucho sentido sobre todo para los cristianos en que acostumbramos a abrazarnos de alegría por Jesus Resucitado.
Muchas gracias Padre Luis por esas hermosas palabras. Ojala que saquemos algo de bueno en todo ésto. Que Cristo resucitado llene los vacíos que hay o puede haber en casa corazón.
Desde Bolivia… un abrazo grande.
Que así sea. Feliz Pascua
Gracias Lucho! Valoramos y respetamos la vida, que recupera su sentido al entregarla a otro y en cada entrega vivimos la Resurrección de Cristo. Feliz Pascua! Y gracias por tu humilde profundidad y sabiduría
Gracias Padre Luis por su refexion del sentido realvqie hay detras de la Pascua de Resurreccion… “No tengan miedo” pues el ha cencido a la muerte del hombre viejo por un hombre nuevo revestido de paz y a perdonar . porque nobhay mayor bien que perdonar para sanar heridas y salvarse. Dios siempre nos da paz ante las visxitudes para volver mi mirada a El y recordar que sin El no soy nada…. Me costo entender la urgencia de mama por vivir semana santa enbfamilia mientras ella agonizaba en el hospital … Ahora en soledad junto a mi hermano comprendi que pese vivir Via Crucis el sabado santo en el Hospital de Concepcion para llegar a visitarla… Me pidio que viviera la Pascua de Resurreccion con regocijo y en familia hace ya tres años . Ella fallecio dos dias despues de Pascua y se que Dioscito la ha acogido porque la Divina Misericordia le visito con la Santa uncion en su agonia…
hoy cobro vidasus palabras ‘No estas sola… Tienes una madre que vela ra por ti. Y ahora descubro que nos solamente era ella sino tambien mis amigas ya mayores y la virgencita que siempre vela mis sueños dandome paz y sentido a las circunstancias para a pesar de caer ella intercede ante su hijo por mi hastabel fin de losbtiempos Jesus sera la llama que da la paz pero numca te abandonara…
Gracias P. Luis por esas palabras tan acertadas. Ojalá que el egoísmo de algunas personas cambie y que vean a Cristo en se al lado. Pido a Cristo Resucitado que ponga conciencia en sus cabezas y corazones y que entiendan que cuando yo me cuido, también cuido a mi hermano. Y deseo con ansias salir luego de esto para poder abrazar a mis buenos amigos y gente que amo.
Como dijo nuestro Señor ” yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Que Dios lo bendiga
Excelente reflexión y muy contingente Felicitaciones
Estimado Luis, gracias por compartir esta reflexión que nos invita a reencontrarnos con nosotros mismos y nuestros hermanos. Hoy más que nunca Jesús resucitado nos invita a dar razón en la práctica del quehacer de un cristiano en nuestra vida cotidiana y nos convoca a ser protagonistas en la contrucción una de sociedad más humana y dónde lo trascendente sea lo esencial para la vida.
Feliz Pascua de Resurrección.