Con la presencia de representantes de varias instituciones altruistas de la ciudad, en la Catedral de Chillán se desarrolló la misa del Día Nacional de la Solidaridad, celebración que estuvo encabezada por el obispo de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce, acompañado por el vicario de la Pastoral Social y diácono, Guillermo Stevens. La actividad se enmarcó dentro de este 18 de agosto, día de San Alberto Hurtado, cuando Chile recuerda los 69 años de su fallecimiento.
En su homilía, el obispo de Chillán reflexionó en torno a la noticia de los 47 inmigrantes fallecidos por inanición frente a las costas de Pedro Barba en Canarias. “¿Cómo pueden seguir muriendo hermanos nuestros en una situación tan angustiosa?… ¿De qué le sirve a este mundo tanto progreso material si sigue muriendo hermanos de hambre? Esa es la contradicción de nuestro mundo, que por un lado es opulento, desarrollado, lleno de avances, pero por otro lado con estos signos y extensión de la pobreza, de la injusticia, del abandono. Esto no nos tiene que dejar de impresionar esto. La realidad del otro nos debe llamar a la solidaridad, no en un sentido de lástima, sino que, de empatía, de darse cuenta de que ese que está ahí en el camino, es mi hermano y no merece vivir así. No podemos quedar indiferentes”, indicó.
Asimismo, el obispo recordó a quienes que dan la vida cada día por el otro, agradeciendo a los profesionales de la salud que han enfrentado durante más de un año la pandemia. “En este contexto han fallecido hermanos nuestros dando la vida en este escenario tan complejo. Debemos recordar que la solidaridad no son solo actos esporádicos. Es una manera de pensar y de vivir, de pensar la comunidad buscando el bien común, buscando estructuras y modos de relacionarnos más fraternas y solidarias”, dijo.
El padre ergio tuvo palabras también para la amistad cívica que supone la elaboración de una nueva constitución. “A veces se pretende acallar al que piensa distinto y esto no ayuda a los procesos sociales, por lo que invitamos al diálogo, a la cultura del encuentro que necesitamos para construir un país más justo la política es una expresión de solidaridad, de caridad, por eso se tiene que hacer bien, con altos estándares éticos y de amistad social”, señaló.
Por último, precisó que “la solidaridad debe ir más allá de nuestras fronteras. Por eso nombramos la situación de Haití con su crisis y terremoto, nos preocupa la situación de Afganistán, nos preocupa Venezuela, tantos hermanos nuestros y decimos que una manera concreta de solidarizar, por ejemplo, con los hermanos haitianos, es pedir a las autoridades que faciliten la regularización de su situación migratoria en este país. Sabemos que se han tomado algunas iniciativas, pero hay muchos haitianos en chile y en situación irregular porque han sido forzados por la crisis y las autoridades en este sentido pueden hacer algo porque ellos están sufriendo una tragedia. Nosotros tenemos que tener una mirada positiva respecto del inmigrante, vienen arrancando de alguna situación, no vienen de turistas. Queremos pedir que todos ayuden a los migrantes a lograr una vida más digna, tratándolos bien. Animamos a los católicos a desarrollar más el sentido de la solidaridad”.