La noche de este martes, la Diócesis de Chillán celebró una Misa en memoria del Papa Francisco, quien partió a la Casa del Padre este lunes 21 de abril. La Eucaristía fue presidida por el Administrador Diocesano, Patricio Fuentes Benavides, y fue acompañada por los presbíteros de la Diócesis que llegaron hasta la Catedral de Chillán para vivir esta instancia con los números fieles que asistieron. Junto a ellos, también participaron autoridades regionales como el gobernador Oscar Crisóstomo y la jefa de la XVI Zona de Carabineros, general Loreto Osses.
La eucaristía fue concelebrada por los sacerdotes Gonzalo Gómez y Luis Flores. Dentro de la Iglesia Catedral, además, se habilitó un libro de condolencias por la partida de Francisco.
En su homilía, el padre Patricio recordó las innumerables veces en que el Papa Francisco pidió rezar por él. “Y en esta tarde nos reunimos movidos por la fe en Cristo resucitado, que celebramos especialmente en estos días de Pascua, porque creemos que la muerte no es una puerta que se cierra, sino que se abre a la vida plena, donde el dolor se transforma en gozo, la tristeza en alegría, lo anhelado y soñado en plenitud en la inmensidad del amor de Dios”, precisó.
El presbítero también recordó los últimos días de Francisco, en donde se dejó ver públicamente en su deterioro físico. “Sin temor a mostrar su fragilidad física, podríamos decir que nos ha dejado el ‘testamento’ de su ministerio, así el Jueves Santo, visitó a los reclusos en la cárcel Regina Coeli, en Roma y el Domingo de Pascua, entregó su mensaje a la ciudad y el mundo recordándonos que la esperanza que brota de la resurrección de Jesús no defrauda”.
Asimismo, el padre Patricio hizo alusión al legado que dejará su paso por este mundo. “Su vida ha sido la vida de un discípulo de Jesús que, con sus grandezas y limitaciones, como tenemos todos, ha buscado ser testigo del amor y misericordia de Dios. De esta experiencia fundante entendemos sus llamados a salir a las periferias no solamente geográficas, sino sobre todo existenciales; a descubrir el rostro de Jesús en los pobres y marginados; a liberarnos de la globalización de la indiferencia; a cuidar la casa común, nuestro planeta; y a reconocer en la verdad los abusos cometidos en la Iglesia”, indicó recordando que, en el caso de Chile, nos instó a no ignorar el dolor de los hermanos afectados por estos abusos.
Por último, el administrador diocesano señaló que Francisco también hizo un llamado a reconocer el rol de la mujer dentro de la iglesia, a dar un lugar a los jóvenes dentro de la misma, a practicar la justicia social y a caminar juntos en “sinodalidad”, entre tantos otros legados.
Por su parte, el gobernador regional Oscar Crisóstomo, precisó que “estamos despidiendo a un hombre que dejó una huella imborrable y hemos querido expresar nuestras condolencias como región a la Iglesia que representó el Papa Francisco. Esta ceremonia es muy simbólica, fue el primer Papa sudamericano y siempre entregó palabras dirigidas a los hermanos más pobres. Era un líder transversal, y su palabra estaba centrada en la justicia social y el cuidado del medioambiente, temáticas muy en sintonía con lo que pasa en el mundo”.