El Viernes 31, día de san Ignacio de Loyola, la comuna y la parroquia de San Ignacio celebraron su fiesta patronal. Por eso se dieron cita en la sede parroquial las autoridades de la comuna, encabezadas por el alcalde Osiel Soto y miembros del Concejo Municipal, y un grupo representativo de la comunidad parroquial. Se celebró la eucaristía, presidida por el obispo diocesano, junto al párroco Darwin Mardonez. Todo en el contexto de la pandemia, con una asamblea reducida y las correspondientes medidas sanitarias.
En su homilía, Mons. Sergio Pérez de Arce evocó el tiempo de confinamiento que vivió san Ignacio de Loyola, como un ejemplo a seguir en este tiempo de pandemia: “Nuestro patrono estuvo recluido nueves meses a causa de una grave herida en su pierna a causa de una batalla, y en ese tiempo se replanteó su vida: se descubrió creatura, dependiente de Dios y llamado a servirlo; descubrió lo importante que es centrarse en lo esencial, en el Señor y su evangelio; y tuvo que aprender a caminar de nuevo, ahora vulnerable por una cojera, pero volvió a caminar para servir a Dios y a sus hermanos. Que en la reclusión que estamos viviendo a causa de la pandemia, como personas y como humanidad nos replanteemos el sentido de nuestra vida y nuestro servicio. Ojalá que no volvamos simplemente a lo de antes, sino que aprendamos a caminar por senderos nuevos, de mayor fraternidad y justicia. Aquí en la comuna, en nuestra Iglesia y en toda la humanidad”, señaló el Obispo.
Al finalizar la eucaristía, el Alcalde entregó un presente a la Parroquia como un signo de saludo en el día de su fiesta patronal. Igualmente, en las afueras del templo, se bendijo un nuevo camión al servicio del aseo de la comuna.