En estos tiempos de pandemia se puede aprender mucho del gran Isaías, un profeta de la Biblia que en su tiempo tuvo que enfrentar distintos tipos de problemas sociales, religiosos, políticos, raciales, y veía cómo la gente, llena de miedo, se angustiaba y deprimía hasta límites insospechados. Este hombre recurre a tres pistas de fortaleza para enfrentar las crisis que se le presentan:
1) Lengua de discípulo. Reconoce que es un don de Dios saber acercarse al otro de una manera oportuna para consolar al afligido con una palabra de aliento. Es muy interesante tomar conciencia de que nos ayudamos a nosotros mismos cuando ayudamos a los demás, cuando llevamos consuelo a los demás. Para el hombre y mujer de fe está claro que los buenos discípulos de Jesucristo se preocupan sinceramente de los demás, especialmente de los más afligidos, solos y abandonados.
2) El buen discípulo (Isaías) cuenta también con un oído despierto, y por ello da gracias a Dios. Recibe atento el mensaje del maestro, el clamor del afligido, lo sabe transmitir y se lo graba en el corazón. En estos días de pandemia es una gracia grande saber escuchar con atención y respeto la aflicción de tantas personas que sufren en soledad y silencio.
3) Finalmente el bueno de Isaías agradece a Dios porque le ha dado un rostro firme como el pedernal y una espalda resistente para aguantar penas y afrentas sin doblegarse ni claudicar. En una situación como la nuestra, que puede ser larga, es importante desarrollar la actitud de resistencia y resiliencia: enfrentar con buen ánimo las dificultades que se presenten, y sacar provecho de ellas.
Buena la receta de Isaías para tiempos difíciles: saber hablar consolando al afligido, no hacer oídos sordos a las necesidades de los demás, y finalmente resistir con firmeza, sin decaer el ánimo ni doblegarnos ante la adversidad.
Esta es la lección que en Semana Santa aprendemos del Señor Jesús, aprendizaje válido para creyentes, agnósticos y ateos.
Chillán, Semana Santa 2020.
Me interpreta y emociona este artículo tan profundo y de sabias palabras en estos momentos tan duros que estamos pasando.
Gracias.