Por Luis Flores Quintana, sacerdote.
El corona virus-19 nos trastocó todo. Desde un mercado de mariscos se tomó el mundo. Nada de lo hacíamos se corresponde con lo que estamos haciendo ahora. Nada de lo planificado lo haremos en el tiempo previsto. Las fuentes laborales se debilitaron y muchas están paralizadas. Los creyentes que nunca hemos abdicado en masa, hoy ni siquiera podemos reunirnos para celebrar la fe. En los países donde fueron sorprendidos totalmente, hoy ni siquiera pueden enterrar a sus muertos. En nuestra región, una de las pequeñas de Chile, de las más pobres y también más envejecidas, bastó un deportista de gimnasio para provocar un foco de contagio que acumula el 75% de los casos, que unidos a un episodio de un joven estudiante, más una fiesta de matrimonio nos convirtieron en la segunda ciudad del país con más pacientes y, la primera si hablamos de proporcionalidad. Ninguno de ellos sabía de su estado, cuando sospecharon, todo indica que actuaron responsablemente. El problema fue anterior, estábamos en fase 3 y la recomendación de mantenerse en casa escasamente se cumplía.
Hay que rendir honores a muchos que han captado rápido y con pasión, acompañan y ayudan a que otros tomen conciencia. El personal de la salud ha tenido comportamientos heroicos y si, en algún lugar, han florecido torpezas no nos olvidemos que hemos pasado como sociedad de una situación de tensión a otra.
El problema de entender lo que pasa no es menor, tampoco nuevo. Entender la realidad siempre conlleva un esfuerzo y la voluntad de cambiar la propia opinión. Cuando la realidad es problemática la tentación será ignorarla (paseando, haciendo lo de siempre o hacer como si esto no pasara, al menos no entre nosotros) pero, también será una tentación reaccionar con temor y paranoia, allí la realidad se confunde con nuestros miedos, más de alguien, sin saber por qué, terminó comprando exageradamente papel higiénico.
Si miramos con serenidad y honestidad nuestros comportamientos ante la pandemia nos avergonzaríamos, pero no nos podemos quedar en ello. En la vida de Jesús hay un episodio en que con sus discípulos se vieron enfrentados a una tormenta, en medio del lago. Él se acercó y ellos llenos de miedo lo confundieron con un fantasma. Les dio ejemplo de calma y ellos angustiados sentían que se hundían y hasta lo reprocharon. En un principio no estuvieron a la altura. La pandemia puede sacar lo peor o lo mejor de nosotros. Es aquí donde podemos y tenemos que hacer algo. Tenemos que recuperar lo mejor de nuestra condición humana y levantarnos. No dejar que los miedos nos hagan ver fantasmas, cuando en realidad hay solidaridad y ayuda, que la pandemia sea para bien, dependerá de cómo la enfrentemos.
Que buena y oportuna reflexión.
Le agregaría que las personas se informen con organismos oficiales (OMS, Colegio Médico, …) y eviten compartir tantos vídeos infundados en las redes sociales, que sólo causa temor y obsesiones.
Sólo nuestra Fe en Dios, el cuidado personal y la responsabilidad social nos ayudará a evitar más contaminación.
Amén. Gracias Padre por tan profunda reflexión. Nos ayuda a seguir adelante en este tiempo difícil, y a confiarnos solo en el Señor que nunca nos abandona. El Srñor lo bendiga a usted y lo proteja siempre .
Muchas gracias, muy buena reflexión, hacía falta, esta muy clarita
Buen camino de fe cuando hay explicaciones contundentes de la realidad y lo que nos dice la palabra del Señor.
Bendiciones
Quizás esta pandemia deja ver las debilidades de fe, esperanza, empata que tenemoa como sociedad… Las personas siguen incrédulos respecto a una realidad que podría ser muy triste para muchos. Me recuerdo en esto momentos la tradición de los voluntarios de bomberos.. El por qué sua funerales se realizan en la noche y con Antorchas. Justamente a raíz de una pandemia se decreto estado de sitio en todo el país. Falleció un bombero y como las autoridades prohibieron que se reunieran grupos de personas y menos hacer un funeral masivo . Sus compañeros decidieron acompañar al fallecido en la noche y alumbrados con velas para no ser descubiertos. Desde ahí nació una tradición en una institución tan noble y reconocida en Chile…. Quizás el momento que estamos viviendo sea terrible por que obliga a abandonarnos a mirarnos como como familia, a cuidarnos coml hermanos, respetarnos… Pregunta…. ¿Ya era tiempo de parar… Ya era tiempo de reflexionar… Ya era tiempo de valorar la vida y las cosas simples?
Me es muy agradable leer lineas de reflexión que nos ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista . Se sabe que por la angustia y desesperación no mantenemos la calma y vemos todo negro.
Gracias padre Luis por siempre estar .
Darnos esa palabra de fuerza en momentos tan difíciles .
Un abrazo .♥️
«La pandemia puede sacar lo peor o lo mejor de nosotros. Es aquí donde podemos y tenemos que hacer algo. Tenemos que recuperar lo mejor de nuestra condición humana y levantarnos. »
Si no logramos ser mejores personas después de todo esto, entonces no habrá servido de anda.
Como siempre, una gran reflexión.
Gracias Padre, un abrazo
Se que todos tienen, Razón, no sabia lo de los bomberos, siempre listos servir, pero se no esta olvidando algo, los emigrantes, que trabajaban como temporeros, creo que para muchos el arrendar a estas personas, a sido un negocio, pero hoy debemos pensar, que es Jesús saliendo de su país. Y a esa persona que compraron todo. Sin dejar para que otros se protejieran, algan una obra de caridad, no cobrar un mes de arriendo, se y confío que Dios, se lo multiplicará, estamos en cuaresma, gracias Padre, muy linda reflexión, lo del virus,
Gracias Padre Luis por su reflexión…
Que Dios sea Misericordioso con su rebaño y nos conceda Sabiduría para actuar de una forma adecuada en estos momentos de incertidumbre…. Abrazos a la distancia.
Bien Luchito Flores, Dios lo siga iluminando para que nos entregue mensaje de esperanza y confianza en nuestro Señor Jesucristo.
al leer esta reflexión, muy acertada por lo demás, pienso en la responsabilidad que nos compete a cada uno de nosotros de cumplir con las dadas, haciendo lo correcto y así dejar el miedo de lado. Dice una canción de Silvio Rodríguez «el miedo recomendaciones fue tonto». De ahí el comprar en demasía y no pensar en el prójimo, tienen miedo!! Por eso, nuestra actitud frente a esta pandemia debe ser de responsabilidad y empatia, siempre hay un mañana y debemos ir «un día a la vez».
al leer esta reflexión, muy acertada por lo demás, pienso en la responsabilidad que nos compete a cada uno de nosotros de cumplir con las recomendaciones dadas, haciendo lo correcto y así dejar el miedo de lado. Dice una canción de Silvio Rodríguez «el miedo siempre fue tonto». De ahí el comprar en demasía y no pensar en el prójimo, tienen miedo!! Por eso, nuestra actitud frente a esta pandemia debe ser de responsabilidad y empatia, siempre hay un mañana y debemos ir «un día a la vez».
Gracias Padre Luis, por la reflexion, son palabras que en estos dias ,son necesarias.
Dios lo acompañe a ud y cada uno de nosotros.
Que linda reflexión. Gracias por darnos calma en medio de la tempestad. Se ha puesto a prueba nuestra solidaridad, nuestra responsabilidad y por sobre todo nuestra empatía, ni el mundo ni nosotros puede ser el mismo después de todo esto.
Un microscópico virus cambió las reglas del juego en el planeta. Pero, como de costumbre, los ricos hicieron su negocio y los pobres murieron abandonados.
Gracias Padre, una muy buena reflexión, nuestra misión es sacar lo mejor de cada uno y colocarla al servicio.
Cuídese mucho
Saludos cordiales
Vuelvo a leer esta columna e inmediatamente viene a mi memoria imágenes que veía en las noticias, algunas terribles como las de Europa con miles de fallecidos diariamente. Pero también me doy cuenta qué pasa con mis emociones al respecto, y aún se me aprieta el estómago y acelera el corazón; incertidumbre, miedo, angustia, esas fueron las emociones que sentía hace un año atrás. “Claramente fuimos humillados por un Virus” y me hago la pregunta, ¿hoy seguiremos humillados? ¿Habremos aprendido? ¿Seguiremos siendo las mismas personas que antes de la pandemia? No me quiero responder, pero sí agradecer padre cada uno de sus escritos, que nos ayudan a reflexionar sobre nuestra vida, nuestra vida de fe!
Cuando una sociedad se basa en la competencia y ve el éxito en función de tener y no del ser, cuando decidimos llamar al prójimo consumidor y no persona, cuando relegamos a un lugar menos importante el cuidado y desarrollo de las emociones y la formación en valores, sin duda como sociedad cometeremos muchos errores.
La pandemia como dice Usted no humilló y sacó lo mejor y lo peor de las personas, pero lo mejor aún no alcanza para hacer justicia con los que más han sufrido.
Con esta forma de vivir, lamentablemente resaltan el egoísmo, la avaricia, el individualismo, la envidia, el egocentrismo, la indolencia, que van deshumanizando las personas y destruyendo la naturaleza.
Sin embargo aún tenemos esperanza. El mensaje de Jesús es claro y contundente contra todos estos antivalores y estoy convencido que acercándonos al Él, nos hará mejores personas.