Ha fallecido en Santiago, en la madrugada de hoy 5 de septiembre, Monseñor Alberto Jara Franzoy, obispo emérito de Chillán, a la edad de 90 años. Hoy se oficiará una Misa a las 17.00 horas en la Parroquia Sagrado Corazón (El Bosque – Providencia), luego de lo cual sus restos serán trasladados a la Iglesia Catedral de Chillán, donde será velado y sepultado. La Misa de Funeral se realizará el sábado 7 de septiembre a las 11.00 horas.
Alberto Jara Franzoy nació el 22 de julio de 1929 en Santiago. Fue el cuarto de siete hermanos, de la familia que formaron sus padres doña Matilde Franzoy Cortés y don Alfredo Jara Valenzuela.
Realizó sus estudios básicos y secundarios en el Liceo Alemán de Santiago, ingresando luego a la Pontificia Universidad Católica de Chile para estudiar arquitectura. Mientras hacía sus estudios universitarios, ingresó al Seminario Pontificio de Santiago para seguir su vocación sacerdotal. No obstante, concluyó sus estudios civiles titulándose como arquitecto. En la misma Universidad Católica obtuvo más tarde su Licenciatura en Teología.
El 4 de marzo de 1962 fue ordenado sacerdote por Monseñor Raúl Silva Henríquez, en la Parroquia San Lázaro de Santiago. Entre sus servicios como presbítero, fue párroco en las Parroquias de La Transfiguración del Señor (Las Condes), en Melipilla, en Llolleo y en Nuestra Señora del Carmen (Ñuñoa), todas en ese entonces de la Arquidiócesis de Santiago. También fue responsable de la Escuela de Ministerios de la Zona Rural Costa, secretario ejecutivo del Departamento de Comunidades y Ministerios (COMIN) de la Conferencia Episcopal de Chile (1975-1982), responsable de la Escuela de Diáconos de Santiago (1980-82) y secretario canciller y secretario de pastoral del Arzobispado de Santiago (1981-82).
El Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo de Chillán el 24 de abril de 1982, siendo consagrado el 06 de junio del mismo año, por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Ñuñoa. Tomó posesión de su cargo el domingo 20 de junio de 1982 ante el Consejo de Gobierno de la Diócesis, siendo luego fue recibido por sus diocesanos en la Iglesia Catedral en una solemne eucaristía. Fue el quinto Obispo de la Diócesis de Chillán.
Sirvió en la Diócesis por 24 años, hasta el año 2006 en que le fue aceptada su renuncia que había presentado por edad en 2004. Durante su ministerio episcopal realizó cuatro “visitas pastorales” a todas las parroquias y organismos diocesanos y creó el Centro de Formación Diocesana. Asimismo, fortaleció instancias de diálogo y planificación pastoral, tales como el Consejo de Presbiterio, la Vicaría de Pastoral y el Consejo de Pastoral. En forma sistemática impulsó la elaboración de Orientaciones Pastorales Diocesanas, así como los Directorios de Pastoral Sacramental, de Comunidades, de Acción Fraterna y de los Consejos Parroquiales y Económicos. En 1988 y 1989 encabezó la Gran Misión en los sectores urbanos, rurales y ambientales de la Diócesis, dando un gran impulso a la revitalización de la Iglesia.
Decretó la creación de tres nuevas parroquias: San Juan de Dios, Buen Pastor y Quiriquina; e impulsó la creación del Santuario de Santa Teresita de Los Andes y de varios colegios católicos diocesanos.
Su lema episcopal fue: “Vino a servir”, tomado del texto de San Mateo 20, 28: “El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir”. Y así se mostró durante su vida ministerial, como un servidor sencillo y disponible para la misión evangelizadora.
La Iglesia de Chillán agradece el pastor que el Señor le dio durante casi medio siglo y lo encomienda a su bondad y misericordia.
Obispado de Chillán
Agradecida de Dios por haber tenido la dicha de conocerlo y compartir tantos momentos junto a él… acompañarlo en su misas…un privilegio haber reconocido en él lo que es un Pastor sencillo..cercano..respetuoso…preocupado por la Misión y Evangelización… Dios y María lo reciban en un abrazo fraterno..