Acompañado de presbíteros de la Diócesis de Chillán y de la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de El Carmen, el padre Rodrigo Uribe celebró 25 años de vida sacerdotal a través de una emotiva eucaristía realizada en la Plaza de Armas de la comuna.
En la actividad, el padre Rodrigo agradeció por estos 25 años de trabajo y vocación. “Di gracias a Dios por todas estas maravillas, por todo el cariño que siempre he sentido en mi vida sacerdotal, de la gente que llegó desde tantos lugares para compartir este momento de alegría, de acción de gracias. No tengo más palabras que decir Gracias Señor por todo el cariño que me haces sentir, por las emociones, por la hermandad sacerdotal, por la cercanía de nuestro obispo, por mis amigos de la infancia que también llegaron acá”.
También, en la acción de gracias, se destacó su calidad de “constructor”, una característica que lo ha acompañado en toda su vida sacerdotal. “Dentro de los talentos que Dios me ha dado está la posibilidad de trabajar con la comunidad para hacer cosas nuevas. Me ha marcado hacer el Templo de Quirihue que fue un gran desafío, pero también en las parroquias en donde he estado como San Carlos, Bulnes, siempre hemos construido alguna capilla, siempre hemos ido construyendo comunidades que es lo más importante. Las obras físicas sirven en cuanto nos ayuden a construir comunidades”.
Por último, el padre Rodrigo envió un mensaje a los jóvenes. “Los invito a preguntarse ¿Dónde nos quiere Dios? El mundo nos muestra una felicidad que no se prolonga en el tiempo, sin embargo, Jesucristo cuando nos llama ya sea a la vida matrimonial a la vida religiosa, nos da la verdadera felicidad, es la que perdura. Es cierto que se van a presentar dificultades, pero cuando uno está tomado de la mano de Dios, se puede salir adelante”.
Fotografías: Camilo Muñoz.