Este domingo se conoció la noticia del fallecimiento del padre Federico Hegarty, ampliamente conocido en la Diócesis de Chillán por su trabajo como asesor del Departamento de Acción Rural en la década de los ochenta. El padre Hegarty falleció en Estados Unidos, en donde residía desde hace algunos años.
El religioso perteneció a los Padres de Maryknoll y desarrolló su labor ministerial íntegramente en acompañamiento al mundo campesino chileno, siendo reconocido como un constante luchador por el desarrollo de la vida rural en nuestro país. Nació en Nueva York, el 17 de Enero de 1927, en el seno de una familia irlandesa, con arraigo campesino. Sus padres fueron: Guillermo Hegarty y Margarita Keane, quienes habían emigrado a los EEUU en búsqueda de una mejor vida. Sin embargo, fueron años difíciles, pues no escaparon a la crisis económica de los años ’30.
Si bien siempre desde pequeño se vio interesado en la vida sacerdotal, tampoco estuvo ajeno a los tiempos belicosos que vivía entonces su país producto de la Segunda Guerra Mundial. Estudió en la universidad e ingresó al Seminario en 1946. Siete años más tarde fue ordenado religioso en la Congregación de Padres de Maryknoll. Paralelamente, obtuvo un Bachillerato en Filosofía y en Teología, luego un Magister en Educación Religiosa y un Doctorado en Ministerio Pastoral.
En 1953 es enviado a Chile, llegando a la Escuela Agrícola “Gonzalo Correa” de Molina, que era dirigida por sacerdotes de su congregación. En 1956 se vinculó al Instituto de Educación Rural. En 1963 fue designado asesor del IER y asesor nacional de la Acción Católica Rural. Fueron los tiempos de la misión general, la Reforma Agraria, la organización campesina y las grandes transformaciones en el mundo rural.
Entre 1973 y 1983, el padre Federico se desempeñó como director del Instituto Nacional de la Pastoral Rural (INPRU), que recuperara la mística de la formación de líderes y dirigentes campesinos y que aplicara las Orientaciones del Vaticano II en el mundo rural. Tras una breve partida a su país, regresa en 1986 para trabajar en programas formativos para la Diócesis de Concepción y la de Chillán. En nuestra ciudad trabajó en el Departamento de Acción Rural y fundó la Solidaridad Misionera Rural, trabajando en la zona por la dignidad de los campesinos.