Regina de San José Matla se consagró a Dios por medio de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia de la Orden de Adoratrices del Santísimo Sacramento en el Monasterio de Chillán Viejo.
En la eucaristía, las hermanas dieron gracias a Dios por la vocación de Regina y oraron por su perseverancia. La celebración fue encabezada por el obispo de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce, quien en su homilía señaló que “la consagración que Regina hace es ponerse a los pies de Jesús y nos enseña y nos invita a ponernos a los pies del Señor para escucharlo y para seguirlo. El Señor que es maestro de todos nosotros, nos llama a tener cuidado con vivir una inquietud que nos separa de escuchar al Señor y de ponernos a sus pies”.
“Quiero insistir en la importancia de escuchar la palabra del Señor. Y la vida consagrada y de todo cristiano se fundamenta en escuchar su palabra. La vida consagrada nació de los monjes que en el siglo tercero empezaron a irse al desierto porque oyeron la palabra de Cristo. Luego vinieron otros que vivieron en comunidad siempre escuchando al Señor. El eje de nuestra vida consagrada es la Sagrada Escritura”, indicó.
Por su padre, Regina Matla, envió un saludo a sus familiares y amigos, quienes siguieron la celebración desde México a través de las redes sociales de la Diócesis de Chillán. “Les agradezco a todos su compañía, a pesar que no los pueda ver físicamente, pero siento que están conmigo espiritualmente. Agradecer también a la iglesia diocesana que ahora ya es parte de mi familia”.
“Para mí es un día lleno de gozo y alegría por esta experiencia que Dios me permite al poder consagrar mi vida completamente a él, al servicio de la iglesia, a la humanidad entera. A veces nos preguntamos dónde está Dios, pero lo podemos encontrar al interior de nuestros corazones”, precisó.
Muchas felicidades x tu consagracion Regina, Dios te siga bendiciendo y k tu vocacion sea para toda vida aki en tierra y para la eternidad en el cielo, un abrazo en la distancia y unidas en oracion, cuidense Dios las bendice