La seremi de Salud de la región de Ñuble, Marta Bravo, envió un oficio a las iglesias de la zona para enfrentar velatorios y funerales en tiempos de pandemia, según el protocolo preparado por el Ministerio de Salud.
En el oficio, la seremi del ramo insta a todas las instituciones, religiosas y no religiosas, a facilitar dependencias que puedan ser usadas como velatorios para evitar que se produzcan velorios en domicilios particulares, evitando con ello la propagación de virus.
La idea, dice el documento, es que en cada salón exista una persona responsable para explicar a los familiares el protocolo que se detalla a continuación:
1.- Tanto la ceremonia de funeral e inhumación, debe tener una duración máxima de 90 minutos.
2.- La asistencia a la celebración queda restringida exclusivamente al núcleo directo del fallecido con un máximo de 20 personas. Se restringe la asistencia de personas que la Seremi de Salud determinó como contactos estrechos para COVID-19 quienes deben permanecer en cuarentena.
3.- El velorio o ceremonias deben ser realizados en un lugar determinado especialmente para ello.
4.- Se recomienda no utilizar decoración durante las ceremonias, para así evitar la cadena de contagio por contacto. Por ejemplo, velas, flores, fotos, etc.
5.-Los asistentes deben cumplir con las medidas de distanciamiento social establecidas, es decir, mínimo 1 metro entre cada persona.
6.- Posterior a la ceremonia se debe realizar desinfección del lugar. Es necesario aclarar que el cadáver de un fallecido por COVID-19 no significa un riesgo sanitario mayor al que ya existe previamente por la enfermedad. El riesgo reside en la posibilidad de aglomeración de personas asistentes al funeral.
La Diócesis de Chillán acoge las recomendaciones de la Seremi de Salud y difunde, para estos efectos, el protocolo emanado del ministerio del ramo.
Descarga el Protocolo de Funerales en Contexto de Pandemia por COVID-19