En distintos puntos de la Diócesis de Chillán las comunidades celebraron la Fiesta de Cuasimodo, una festividad chilena que nació a mediados del siglo XIX en la zona central del país. En aquel tiempo, los sacerdotes iban a caballo para entregar la Comunión a los enfermos que no pudieron comulgar en Domingo de Resurrección. Muchos feligreses los acompañaban para que asaltantes no robaran el copón con el Santísimo Sacramento. En señal de respeto reemplazaban sus sombreros por mantillas atadas a sus cabezas y esclavinas sobre sus hombros.
La tradición en Ñuble está intacta y así lo demostraron varias comunidades como la Parroquia Dulce Nombre de Jesús en Quirihue, en donde se entregó la comunión a los enfermos de la comuna de la mano del párroco Pedro Rodríguez, quien destacó esta antigua tradición chilena.
En el exterior del templo, los cuasimodistas esperaban el momento para acompañar al sacerdote en este servicio, toda vez que los ministros extraordinarios de la comunión lo hacían en sus sectores en coordinación con los enfermos.
También en la capilla Nuestra Señora del Carmen de Trehuaco el sacerdote y vicario parroquial Andrés Lacalle se ocupó de visitar a los enfermos en esa comunidad.
La celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia también se vivió en la Parroquia Inmaculada Concepción de Quillón de la mano del párroco Cristian Muñoz. Y en Chillán, Parroquias como San Pablo y Sagrada Familia fueron algunas de las que continuaron este domingo con esta tradición tan antigua.