La delegación que representó a la Diócesis San Bartolomé de Chillán en la III Asamblea Eclesial Nacional retornó este lunes a la ciudad, realizando una evaluación positiva de estos tres días de discernimiento en busca de una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora. Fueron días de arduo trabajo, en que la delegación de Ñuble se caracterizó por su energía, disposición y la alegría con la que enfrentaron las jornadas planificadas por la Conferencia Episcopal de Chile.
Ya de regreso, Paula Sandoval, asambleísta y secretaria ejecutiva de la Vicaría Para la Educación, dijo que “ser cristiano católico, en cualquier tiempo, es un tremendo desafío. Ser mujer, católica, profesional y trabajadora de iglesia, es una opción compleja, que nace de una profunda vocación de servicio; no al clero, sino a la comunidad, a los hermanos. Esta asamblea me ha servido para reafirmar esa vocación, y reconocer que Dios nos va regalando personas y momentos para enriquecer y fortalecer la experiencia de fe y seguir sirviendo con más fuerza. Desde joven me preguntaba por el rol de la mujer en la iglesia y aunque aún es un gran tema, con mucha humildad siento que he podido aportar, desde lo pequeña que uno es, a la renovación de nuestra iglesia, y obviamente no sola, sino de la mano de miles de mujeres y hombres con los que hemos caminado juntos”.
El diácono Edgardo Candia señaló que “tengo sentimientos de alegría, de agradecimiento, de compromiso. Han sido días de mucho trajinar, tres hermosos días que nos ha regalado el padre Dios y nos ha servido para escuchar opiniones distintas buscando un punto de encuentro para el presente y futuro de nuestra Iglesia. Vengo esperanzado y con el compromiso inmenso y profundo de poder ser realmente alguien que ayude en todo lo que nuestra Iglesia necesita. Es una Iglesia herida, pero nosotros los cristianos estamos llamados a trabajar por el futuro”.
El docente Francisco Zamora expresó que “la Asamblea fue un verdadero Pentecostés, hemos sido impulsados por el Espíritu Santo poner en práctica todo lo dialogado y consensuado, a renovar nuestras estructuras, modos de relacionarnos y poniendo a Jesucristo al centro. Desde mi servicio como secretario no me queda más que dar gracias a los integrantes de la comunidad por su transparencia, capacidad de escucha y por querer vivir la llamada profética realizada en el Bautismo. Ahora nos queda la misión como en reiteradas oportunidades lo cantamos: Hay que ser como hojas secas y dejarse llevar”.
La hermana Marta García añadió que “al concluir esta III destacaría la fraternidad, la convivencia, la sinceridad y el respeto con el que pudimos compartir en los grupos. A pesar de que había distintas opiniones siempre supimos mantener una unidad y caminar juntos y realizar un discernimiento para legar a consenso. También destacaría esas esperanzas de buscar nuevos caminos, para una iglesia más sinodal que siga siendo profética y fuente de esperanza. Ojalá que ahora haya un compromiso firme de parte de cada uno de lo que estuvimos ahí, de quienes han participado en el proceso, para que esto no quede en el papel y lo podamos llevar a cabo será la forma de que nuestra Iglesia siga siendo la discípula misionera de Jesús y siga teniendo una palabra significativa para nuestros hermanos en el día a día”.
El ecónomo del Obispado de Chillán, Hernán Zurita, agregó que “mi sensación es de felicidad, esperanza y optimismo. Felicidad por los vivido, en todas las instancias de la asamblea, esperanza en que las propuestas que surjan se puedan transformar en brotes de renovación y optimismo en el futuro, con una Iglesia renovada y que pueda salir fortalecida de este proceso sinodal”.
Junto a ellos también participaron Sandra Fuentes, Sandra Landaeta, Belén Salinas, Mauricio Águila, Alexis Oyarce, Laura Bustos, Inelda Velásquez Aury Pérez, padre Luis Flores y padre Sergio Pérez de Arce cumpliendo el rol de secretario general de la Cech. En tanto, hubo otras personas cumpliendo distintos servicios dentro de la organización como el padre Pablo Valladares en su calidad de asesor nacional de la Vicaría Juvenil; además de Andrea Carrasco y Alex Morales, quienes estuvieron junto a Francisco Zamora en calidad de secretarios.
Cabe destacar que la síntesis final del trabajo realizado por las 60 comunidades de discernimiento durante los tres días en que desarrolló este encuentro será entregada por el equipo nacional de la Tercera Asamblea Eclesial luego de 15 días para así poder incorporar todas las sugerencias y aportes recibidos durante la jornada de clausura.
Qe alegria de ver qué Jesús nos está ayudando a discernir para una nueva mirada de la iglesia y agradecer qe hay juventud qe qere seguir estando en la iglesia qe tanta falta hace qe esto sea un habrir a nuestros corazones para aceptar que Jesús y nuestra madre está con nosotros ♀️